La
preocupación de los organismos emisores de normas contables por el impacto de
la tecnología en la distribución de la información de negocios se halla
plasmada en el Documento de Discusión sobre Información de Negocios en Internet
que trasciende los límites nacionales que, hacia fines de 1999, publicó la
Secretaría del IASC.
En
este trabajo, que surgió como base para la elaboración de un posible proyecto
para desarrollar normas sobre esta problemática, se analizaron las tecnologías
disponibles para la comunicación de información de negocios por vía electrónica
y se realizó un relevamiento de los Web sites de las 30 empresas más
significativas de 22 países a los efectos de analizar el estado de situación y
evaluar la posibilidad de desarrollar normas sobre este problema y evaluar cómo
los cambios tecnológicos que se producirían en el futuro impactarían en la
comunicación de información de negocios y de qué forma podrían aprovecharse
para mejorar la misma.
Resulta
interesante la aclaración que se realiza en este documento respecto al término información
de negocios (business reporting), en el sentido de que la misma guarda
coherencia con la contenida en el Informe Jenkins (AICPA, 1994) de manera que
su alcance resulta mucho más amplio que el de los “estados contables” que
dentro de ella, constituyen sólo una parte de la información pública operativa
y financiera proporcionada por las empresas.
Definen
información de negocios de la siguiente manera:
…..
La información pública de datos operativos y financieros realizada por una
empresa de negocios
Definen
a la información de negocios basada en la Web (Web-based business reporting) como:
…La
información pública de datos operativos y financieros que realiza una empresa
de negocios vía la World Wide Web u otro medio de comunicación relacionado
basado en Internet.
En
el marco de la reunión de la Junta del IASC que se llevó a cabo en San Pablo
del 13 al 17 de marzo de 2000 a la cual tuve oportunidad de asistir como
observadora externa, se plantearon, con relación al documento señalado
cuestiones relativas a si resultaba pertinente para el IASC encarar esta
problemática habida cuenta de la escasez de recursos del organismo y dado que
se trata de un tema que necesariamente involucra a otros reguladores.
Resultaron evidentes las posturas conservadoras de algunos miembros de la Junta
que proponían relegar este tema por cuanto no se refiere a “cuestiones
centrales contables” y, en este sentido, existían temas pendientes que
requerían mucho esfuerzo.
Sin
embargo, varios miembros parecían estar saliendo de esta visión restringida.
Así, el Presidente de la Junta sintetizó su postura en el sentido de que
resultaba necesario ampliar el alcance a otras cuestiones, pues si bien hasta
el momento se habían emitido reglas para la información en papel, la misión de
producir información financiera en cualquier otro tipo de medio debería
encontrarse dentro de los temas abordados por el organismo. Se planteó la
necesidad de adaptarse a los cambios que se venían sucediendo lo que implicaba
contemplar la posibilidad de que en un futuro desapareciera o se redujera
considerablemente la información financiera en papel como tradicionalmente la
hemos concebido.
Se
planteó si el IASC podría reducir los defectos en la comunicación de información
financiera derivados del hecho que surgió de un revelamiento incluido en el
Documento, que indicaba que la mayor parte de la información financiera que se
encontraba en INTERNET no era más que lo que se denomina papel electrónico (con
las dificultades de manipulación que ello implica) y además, que no todos los
emisores proporcionaban el mismo tipo de información, lo que daba lugar a una
fuerte falta de comparabilidad. De la discusión surgió que la expresión Código
de Conducta que se pretendía dar a las guías propuestas no resultaba
apropiada, por cuanto, en primer lugar, debería dirigirse a empresas y no a
auditores, por lo cual sería más correcto denominarías Prácticas Mejores.
De
las discusiones surgió que a través del Documento se develaron algunas formas
de utilización de la información financiera que podrían llegar, incluso, a
movilizar algunas de las premisas que como contadores tenemos en el fondo de
nuestro pensamiento, al tiempo que enfatizarían la necesidad de considerar una
perspectiva multidisciplinaria para su tratamiento.
Es
interesante como los representantes de los países en vías de desarrollo (como
India) señalaron la importancia del documento para los organismos reguladores
de sus países que aún no habían desarrollado investigaciones sobre este tema.
En este sentido, entendemos que la misma observación sería aplicable para
Argentina.
Finalmente,
se consensuó que se trataba de una discusión que debía ser incluida en la agenda
del IASC aunque otros organismos se estuvieran ocupando del tema (como ya lo
estaba haciendo la FASB a través de un informe sobre distribución electrónica
de la información financiera en su Report on Electronic Distribution of
Financial Information (FASB, 2000) y la Comisión
Europea)
y posteriormente pudiera llegar a trabajarse en forma conjunta aprovechando los
resultados de otros reguladores.
En
el Capítulo 2 del Documento señalado, titulado Oportunidades Tecnológicas se
resume la variedad de tecnologías que pueden usar quienes diseñan Web sites y
se realiza la siguiente clasificación desde un punto de vista lógico:
¾ Representación
Estática de la Información
Ø CD
– ROM
Ø Papel eectrónico
Ø HTML
Ø Mejoras(Enhancements)
Multimedia
Ø Plug-ins
Ø Multimedia
Ø 3D
Ø Push
¾ Interacción
con los Usuarios y Administración del conocimiento.
Ø Bases
de datos
Ø Herramientas
de búsqueda y metadatos
Ø JavaScripts,
Java y Active/X
Ø Agentes
Inteligentes
Ø Lenguaje Markup Expandible (Extensible markup language
(XML))
La
riqueza del material contenido en este capítulo nos llevó a pensar que sería
interesante elaborar un cuadro resumen con los conceptos más relevantes en él
volcados.
Incluimos
a continuación nuestra síntesis que, esperamos, resulte de interés y utilidad
para los lectores y los motive para consultar el material fuente.
La
problemática vinculada a la distribución de la información de negocios resulta
un objeto de estudio en los ámbitos académicos y profesionales y está ocupando
un lugar creciente el desarrollo de ciertos patrones o estándares para la
transmisión de datos a través de Internet entre distintas aplicaciones de
software.
En
muchos de ellos se hace referencia a la denominada cadena de suministro de información
de negocios en el sentido de que los informes producidos por algunos entes
constituyen la materia prima o entrada para la elaboración de otros a lo
largo de los distintos eslabones.
La
idea subyacente consiste en representar relaciones entre los datos a través de etiquetas
o marcas, estructurando taxonomías (clasificaciones para los elementos de datos
contenidos en los informes financieros) que los identifiquen particularmente.
La finalidad es permitir la extracción de determinada información -de acuerdo a
necesidades particulares- de todo tipo de informes elaborados utilizando ese
patrón. Con ello se avanza, en gran medida, sobre la simple utilización de los
documentos hipertexto o ficheros html (que proporcionan una representación
semántica muy limitada de la información) y mucho más, por supuesto, sobre la reproducción
digital de los documentos impresos a través de los ficheros del tipo pdf.
El
primer intento del AICPA al que se hace mención en el cuadro y que se
denominaba XFRM ha evolucionado dando lugar a un desarrollo denominado XBRL
(sigla en inglés de Extensible Business Reporting Language) que intenta
beneficiar a todos los involucrados en el proceso de comunicación de
información de negocios facilitándoles un lenguaje común. Se flexibilizará así
tanto la generación de informes financieros como su análisis por parte de los diversos
usuarios que podrán diseñar sus propios modelos de evaluación en función de sus
necesidades.
Es
importante señalar que el XBRL no es un software ni un producto y no está
asociado a ningún proveedor en particular. Se trata de un estándar que ha sido
elaborado y licenciado por una organización sin fines de lucro5
que busca incentivar su uso a la vez que capacitar a
quienes van a utilizarlo.
Hannon
(2001) puntualizaba que, si bien el primer conjunto de etiquetas XBRL estaban orientadas
hacia las necesidades de información financiera externa para empresas
comerciales e industriales, se había avanzado hacia desarrollos como el XBRL GL1
(General Ledger) que permitirán a las empresas contar con
una herramienta “orientada internamente para las necesidades de información de
negocios”. Se indicaba, además, la tendencia observada en agencias
gubernamentales a considerar este estándar o patrón para las presentaciones electrónicas
que deber realizar las empresas.
Destacaba
Bonson Ponte (2001:5) que, en la medida en que se publiquen nuevas taxonomías,
surgirán también nuevas aplicaciones tendientes a facilitar la conversión y/o conciliación
de los estados financieros: bastará con definir las diferencias de criterios
entre dos taxonomías y especificar la información no requerida por la taxonomía
de origen que debe incluirse en un documento XBRL para que pueda ser convertido
a otro equivalente en la taxonomía de destino.
Hasta
el momento se han desarrollado varias taxonomías ente las que merecen especial atención
la preparada conforme a los US GAAPs -que resulta aplicable para empresas
comerciales e industriales de Estados Unidos de Norteamérica- y la que se basa
en las normas del IASB (IFRS XBRL) para empresas que presenten sus estados financieros
siguiendo las normas internacionales (IASB, 2002).
Es
fuerte presencia de organismos profesionales anglosajones dentro del marco de
la organización XBRL. España es, sin duda, entre los hispanohablantes, quien
está buscando un lugar en este ámbito. Como lo señala el Progress Report
2003 de la organización, se halla entre los países en los que se estableció
jurisdicción provisional. Como menciona Bonson Ponte (2002:5) existe un interés
por parte del AECA sobre estas cuestiones que se ha desplegado a través de la
Comisión de Nuevas Tecnologías y Contabilidad que ya ha publicado su primer documento
titulado Codigo de buenas Prácticas para la divulgación de información
financiera en Internet. Además, se encuentran abocados a la tarea de
adaptar a las normas española el XBRL.
Lo
señalado precedentemente pone en evidencia la importancia de estar al tanto de
estos desarrollos que han de impactar fuertemente en nuestra actividad como
contadores y que, como se indicó, constituyen objeto de análisis, no sólo por
parte de académicos sino de organismos reguladores que se hallan evaluando las
posibilidades de su utilización concreta y de organismos que nuclean a los
contadores.
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